La hipoacusia repentina puede producirse a cualquier edad. Si bien la audición podría volver por sí sola, muchas personas necesitan tratamiento.
¿Qué es la hipoacusia repentina?
Es una pérdida rápida de la audición, normalmente solo en un oído. Puede ocurrir de inmediato o en el transcurso de unos días. Hay muchas causas posibles, lo que incluye medicamentos, enfermedades o traumatismos. Es importante consultar a un médico.
¿Cuáles son los signos de la hipoacusia repentina?
- Despertarse por la mañana sin poder oír.
- No poder oír por teléfono.
- Un «pum» fuerte justo antes de perder la audición repentinamente.
- Mareos y zumbido en los oídos.
La hipoacusia repentina puede afectar profundamente su vida, tal como lo descubrió Angie, abuela activa y taquígrafa judicial. Después de recuperar su capacidad auditiva con un sistema de implante de conducción ósea Baha® de Cochlear™, Angie volvió a tener contacto con su profesión y su vida familiar.
¿Qué debería hacer si pierdo la audición de forma repentina?
No lo ignore y espere que su audición regrese naturalmente. Consulte a un médico para que pueda determinar la causa y descartar algunas enfermedades graves, como accidentes cerebrovasculares o infecciones bacterianas. Es posible que pueda tratar la causa subyacente con medicamentos.
¿Cómo puede tratar la hipoacusia repentina?
En aproximadamente la mitad de los casos de personas afectadas por hipoacusia repentina, parte o toda la audición vuelve de manera espontánea, normalmente después de una o dos semanas.1
Si la audición no regresa, debe hacerse una prueba de audición con un profesional de la salud auditiva que se especialice en todos los tipos de soluciones auditivas, incluidos los implantes auditivos. Ese profesional podrá brindarle un diagnóstico y recomendarle el mejor tratamiento.
No acepte la hipoacusia como parte de la edad avanzada
Es posible que perder la audición le parezca una parte inevitable de envejecer, pero hay maneras de ayudar a mejorar su audición, incluso cuando los audífonos ya no funcionan. Los estudios sugieren que existe una conexión entre la hipoacusia y la depresión y la demencia.2
Por eso, si cree que sufre de hipoacusia, es importante que tome medidas lo antes posible. Ignorar los signos puede afectar más que solo a su capacidad de oír. También puede afectar su confianza, sus relaciones y su autoestima.