El Lic. en Psicología, especializado en discapacidad, Cristian Quesada Schorn resalta, en esta nota, la importancia de la contención emocional de los candidatos post-linguales a implantarse. De este abordaje dependerá gran parte del éxito de la rehabilitación.
Perder un sentido con el que hemos nacido, como es la audición, es de por sí una situación traumática, angustiante. Por eso, cuando estos candidatos post-linguales se acercan al especialista para recibir su implante coclear es muy importante el abordaje psicológico.
Además de analizar en profundidad el aspecto clínico, la evaluación con un equipo multidisciplinario pre implante incluye el análisis emocional de los candidatos.
En este punto, el Lic. en Psicología Cristian Quesada Schorn, especializado en discapacidad, realizó un trabajo de investigación con 32 personas hipoacúsicas post-linguales en las que se evaluó su situación pre y post implante.
¿Qué esperan luego de la cirugía? ¿Cómo se desarrollará el proceso de rehabilitación?¿Por qué es importante aceptar la discapacidad? Estos son algunos de los puntos que el especialista y su equipo de profesionales analizaron en un trabajo de investigación que se realizó sobre 32 personas hipoacúsicas post-linguales.
A través de diferentes herramientas, como cuestionarios específicos, tests y evaluaciones, el profesional explica qué, cómo y dónde se tiene que trabajar desde la psicología para que el proceso de recuperar la audición a través de un dispositivo implantable sea todo un éxito.
“La mayor parte de los pacientes que sufrieron un acontecimiento traumático manifiestan una alteración muy significativa en su estado de ánimo, generando, así, sintomatología clínica y deterioro social, laboral o en otras áreas importantes de la actividad cotidiana. No hay que olvidar también la estructura de personalidad de cada sujeto, la cual fomenta o incrementa dichos síntomas”, explica el Lic. Schorn.
El modificar estas conductas es de suma importancia en un tratamiento psicoterapéutico especializado, sobre todo cuando en esa persona surgen síntomas a los que respondió con temor y desesperanza y se re experimentan persistentemente durante su vida cotidiana.
La buena noticia es que, a partir de técnicas y terapias especializadas, se logra desactivar o modificar esa estructura de pensamiento. Esto permite mayor motivación y optimismo para un mejor resultado en la rehabilitación.
El éxito para un futuro implante radica, también, en que el candidato cuente con esas herramientas, que ayudan en el proceso y alejan conductas de aislamiento.
Por el contrario, si no se trabaja en ese aspecto, los pensamientos negativos -tales como ´no hay esperanza´ o ´no voy a escuchar más´- generarán un espiral que poco ayudará en el camino hacia la audición. Según explica Schorn, “a partir de técnicas y terapia especializada se logra desactivar o modificar dicha estructura de pensamiento, para lograr mayor motivación y optimismo para un mejor resultado en la rehabilitación”.
Tanto es así que, si no se trabaja correctamente en este momento, lo que se logra es que la persona fantasee que el implante es una solución mágica que restaura lo perdido, poniendo toda la esperanza en esta herramienta. “Luego, cuando se empiece a trabajar a nivel de la memoria se pueden generar conductas disfuncionales, ya que el sonido no corresponde en los primeros meses al recuerdo que esta persona tiene de él”, subraya el especialista.
Justamente, es en este momento donde se empieza a trabajar a nivel de identidad, es decir, la aceptación de su discapacidad, siendo consciente de que va a haber momentos o situaciones en la que puede llegar a perder información, ya que no es oyente.
“A pesar del daño auditivo, en estas personas no existe disfunción cerebral, aunque sí se observa una alteración propia del stress post traumático por la pérdida auditiva sumado a conductas obsesivas y autoexigentes para suplantar dicha pérdida”, dice el Lic. Schorn. Y cierra afirmando que el implante coclear “es de suma importancia ya que la plasticidad sensorial neuronal no se agota con los años”.