Faltan pocos días para que Martina Angiono cumpla 14 y, desde el año, está implantada de manera bilateral. Sociable y llena de amigos, ama la música, pintar, hacer gimnasia, diseñar ropa y actuar. ¿Qué decidirá hacer cuando sea grande?
Adolescente inquieta, divertida y muy creativa, llena de ganas de hacer cosas y de comerse el mundo. Estas pocas palabras describen bastante bien a Martina Angiono, a punto de cumplir 14, implantada de manera bilateral al año de vida.
Le detectaron hipoacusia bilateral profunda a los 5 meses, pero sus papás actuaron rápidamente y Martina inició su camino hacia el sonido desde muy pequeña.
Durante estos años, la adolescente usó diferentes dispositivos, a medida que los modelos evolucionaban. Usó el Freedom, luego el Nucleus 5 y el 6 y el Kanso, ahora está usando el Kanso 2.
“Mi rehabilitación fue de la mano de Clarisa Denhan, quien primero les enseñó a mis papás cómo rehabilitarme en casa, además de lo que hacíamos en cada sesión. Ella también venía al colegio para observar cómo trabajaba yo. Con Clari fuimos familia y entre todos juntos hicimos que mi rehabilitación fuera rápida y divertida”, cuenta Martina.
Desenvuelta y muy buena alumna en un colegio bilingüe, nunca se olvida de poner en la mochila el mini mic. “Lo utilizo para poder escuchar mejor a las profes, pero la verdad es que escucho muy bien, en especial con el nuevo implante”.
Martina es fan de la música –“no tengo una banda específica, ¡escucho todo mezclado!”-, estudia teatro, diseño de moda, va al gimnasio y ama pintar. Muy sociable, no puede estar ni un día sin ver a sus amigos, que siempre la aceptaron tal cual es.
De hecho, la misma Martina brindó el año pasado una charla TED en el colegio. “Conté cómo es mi vida cuando estoy en silencio y cuando cruzo ese mágico puente al sonido gracias a mis implantes”.
Como buena adolescente techie, disfruta su Kanso 2 a pleno: “ahora puedo manejar todo desde mi celular, por ejemplo, puedo controlar mis programas y volúmenes. También elijo la música, que entra directo al dispositivo y, la verdad, ¡amo la música! Además, es más pequeño y ocupa menos espacio y, para cargarlo, no necesito pilas porque se carga directo a una cajita que también los deshumedifica”, cuenta.
Con toda una vida por delante, Martina todavía no se decide qué hacer cuando sea grande, si diseñadora de modas o actriz. Lo que sí sabe es que, para ella, no hay límites que le impidan lograr lo que se proponga.
Si desea conocer más sobre la historia de Martina Angiono, su mamá, Belén, cuenta más detalles en este video, realizado en 2015.