Viajó a Polonia para representar a la Argentina en el Mundial de Natación de la mano de la Confederación Argentina Deportiva de Sordos. Con excelentes resultados, ya se está preparando para el próximo encuentro internacional de su categoría, que se realizará en nuestro país en 2023.
Con solo 12 años, Julián Vincitorio viajó, desde Paraná, Entre Ríos, donde vive con su familia, hasta Gliwice, Polonia, para representar a la Argentina en el Mundial de Natación para Sordos. Volar al otro lado del mundo, integrando la delegación de la Confederación Argentina Deportiva de Sordos es, para Julián y su familia, un honor y una gran alegría.
El esfuerzo, las horas de entrenamiento y el trabajo en equipo con Marcela Belviso y Carlos Scocco, sus profesores de natación adaptada, dieron sus frutos, porque Julián logró su mejor marca personal en 50 metros, quedando séptimos en el equipo por postas, junto a sus tres compañeros.
Es el más chico de tres hermanos, Bruno, el mayor, y Franco, el segundo. Junto a mamá Mariela Doce y papá Fabio forman una familia unida, que se atroqueló aún más cuando recibieron el diagnóstico de la hipoacusia bilateral profunda que se despertó en Julián al año y medio, a causa de citamegalovirus en el octavo mes de embarazo.
Implantado de su oído derecho a los 4, Julián está terminando el primer año de secundario en la Escuela Normal “José María Torres” de Paraná, pero su gran pasión es la natación, deporte que practica, también, desde los 4.
“Comenzó a nadar en el Atlético Echagüe Club, de Paraná. Primero en escuelita, para luego seguir con el perfeccionamiento con Mary Bournissent, y Carlos Reynoso, quien fue el profesor que lo acompañó a su primer encuentro con nadadores hipoacúsicos en Buenos Aires. Posteriormente, siguió con sus entrenamientos con el profesor Carlos Scocco”, cuenta Mariela, orgullosa de todo lo que va logrando Julián.
Firme en su gran pasión, participó en diferentes competencias de nadadores convencionales, desde torneos a nivel local, como también en campeonatos entrerrianos y nacionales. Es campeón nacional en equipos de postas.
Claro que tuvo que superar algunas barreras, pero eso no lo hizo retroceder. Así recuerda Mariela el que no fuera fácil para los entrenadores y organizadores de los torneos, que desconocen de este tipo de discapacidad, que aceptaran la participación de Julián. “Los nadadores, para la largada, deben mirar al frente, es con sonido, y está prohibido tocar al nadador. Finalmente, aceptaron su participación con la ayuda del entrenador, que le indica mediante señas el momento de la largada”, aclara Mariela.
Cuando en enero de 2020 viajó a Buenos Aires para participar de un encuentro en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo -CeNARD- con el preseleccionado de personas sordas nunca imaginó que, tiempo después, integraría la Selección Argentina de Hipoacúsicos, de la mano de la Confederación Argentina Deportiva de Sordos. ¡Y mucho menos que viajaría a Polonia!
“En el Mundial compitió en las carreras de 50 y 100 metros libre y pecho, y en las postas mixtas, con nadadores de entre 18 y 40 años de edad. Si bien es muy chico para participar de un torneo de este nivel, la intención es que se vaya formando para el Mundial en pileta de 50 metros, que se va a realizar en Argentina en 2023”, comenta la mamá de Julián.
Con apoyo del Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación y la colaboración de Tecnosalud para cubrir algunos gastos para su entrenador, Julián Vincitorio sigue luchando por sus sueños.
“Es un niño feliz y entendemos que el uso del implante ha sido fundamental en su desarrollo, desde que lo usa nunca se impuso limites aunque le cueste la comunicación”, resume, todavía emocionada Mariela, la mamá de Julián.