En medio de la cuarentena estricta de 2020, sin poder viajar a Buenos Aires, el pequeño Leonardo Osatinsky vivió el encendido de su implante de manera remota. Con sus audiólogas desde Tucumán y monitoreado por el equipo del Hospital Italiano de Buenos Aires, este gran gigante volvió a escuchar. Hoy, sigue progresando y ya está a la espera de recibir su segundo dispositivo.
Nadie podría haber imaginado que, después de tanta espera y de lograr que Leonardo tuviera su implante coclear, la cuarentena obligatoria que debimos sortear el año pasado pudiera poner un stop en el proceso. Pero no fue así, gracias al equipo de audiólogas y fonoaudiólogas que activaron todas las posibilidades para que el encendido fuera a distancia.
Todos listos, con el grupo de CEAL, a cargo de la Lic. Soledad Ahumada en Tucumán y el equipo del Programa de Implantes Cocleares del Hospital Italiando de Buenos Aires con la Lic. Elisa Giraudo a la cabeza, a través de telemedicina, Leo volvió a escuchar.
Con nueve años, el pequeño tucumano comenzó a perder la audición a los tres y medio. “Sebastián, el papá, fue el que se dio cuenta de la situación. Le realizaba pruebas caseras, como llamarlo a una distancia no muy lejana y Leo no respondía, silbaba cerquita y nada”, recuerda Marisol, la mamá.
Después de varios chequeos que confirmaron el diagnóstico – hipoacusia bilateral profunda- y de usar audífonos sin buenos resultados, el Dr. Martín Fontana, especialista tucumano, junto al equipo del Hospital Italiano de Buenos Aires, integrado por los Dres. Carlos Boccio y Federico Dilella que viajaron especialmente, operaron al pequeño el 10 de marzo de 2020.
Apenas unos días después de la cirugía y mientras esperaban el tiempo prudencial para encender el dispositivo, se estableció el distanciamiento social y obligatorio, y la familia no pudo viajar a Buenos Aires.
“Todo el equipo, tanto de CEAL, donde Leo hace su rehabilitación, como del italiano junto con Tecnosalud, hicieron lo necesario para realizar activación del implante de nuestro hijo por práctica remota”, dice todavía conmovida Marisol.
El gran fan
¿Qué pasó ni bien comenzó a escuchar? “Siempre le gustó la música y ahora aún más. Antes, la única forma de escuchar era amplificando el sonido muchísimo, ahora escucha de forma normal. Lo primero que pidió cuando volvimos a casa después del encendido fue escuchar a Los Palmeras, es fanático”, cuenta Sebastián.
Los avances en la rehabilitación son enormes, cada día Leo descubre nuevos sonidos y se lo ve feliz. Muy sociable, cursa cuarto grado en el Colegio San José de Calasanz, acompañado de su maestra integradora, junto a un grupo docente y de compañeritos que siempre lo apoyaron y acompañaron.
Como todos los padres, Marisol y Sebastián, desean para Leo “toda la felicidad del mundo, que pueda llegar hasta donde él quiera y pueda. Que siempre tenga la posibilidad de que en su vida estén presentes personas que son ángeles, para poder ir sortenado cada obstáculo y recibiendo tanto amor como hasta ahora”.
Mientras juega con su hermanita, Julieta Lena, Leo escucha con atención las palabras de aliento de mamá Marisol: “a otros papis que pasan por esta misma situación, les diriamos que se animen, que lo mejor que pueden hacer por sus hijos es devolverles la posibilidad de volver a escuchar. Sabemos que es difícil y da miendo, pero es un enorme acto de amor hacia nuestros hijos¨.
Por la tele tucumana
Enterados de la linda historia de Leonardo, el informativo de Canal 10 de Tucumán, hizo una nota a la famila Osatinsky y, por supuesto, no faltó la mención al fanatismo del pequeño por la música de Los Palmeras. El grupo, cuando se enteró, inmediatamente se puso en marcha: todos los integrantes le mandaron un saludo especial a Leo y a su familia, dándoles fuerza para seguir adelante.
Compartimos la nota de Canal 10 de Tucumán con el saludo de Los Palmeras incluido: