Walter Cayuela (74) fue perdiendo la audición de manera paulatina hasta que un hecho puntual agravó la situación. Sin dudarlo, se decidió por este revolucionario dispositivo y, a pocos meses de usarlo, los cambios en su vida son notables.
Su gran pasión son los aviones. Por tratarse de una profesión que requiere atención plena y una salud impecable, como todo trabajador del campo de los aeronavegantes, Walter Cayuela, debía realizar chequeos anuales. “La nuestra es una profesión que genera pérdida de audición permanente. Aunque sean pequeñas, siempre aparecen esas disminuciones en las audiometrías”, explica.
A esta realidad, se sumó un momento en especial que cambió todo en la vida de Walter. Ese instante bisagra quedó marcado a fuego en su memoria.
“Estábamos en una reunión, quise contener un estornudo y cuando me apreté las fosas nasales sentí que algo explotó en la cabeza. Me asusté mucho”, recuerda.
¿Qué había sucedido? Cayuela había sufrido un infarto en el oído medio, lo que le impedía totalmente la audición de ese oído y le distorsionaba la audición del otro. El cuadro se complicó con pérdida de estabilidad y otras consecuencias desagradables.
Animarse al cambio
Preocupado, Walter no dudó en consultar con los especialistas y así llegó al consultorio de la Dra. Paula Ontivero, Jefa del Servicio de Otorrinolaringología del Sanatorio Güemes. Fue la profesional quien luego de realizar estudios específicos determinó que el dispositivo indicado, que le devolvería la audición, era el Sistema Cochlear Osia, que ofrece una solución a los pacientes con hipoacusia conductiva, mixta y neurosensorial profunda unilateral.
El Sistema Osia es el primer implante osteointegrado del mundo que lleva el sonido a través del hueso utilizando la estimulación piezoeléctrica, tecnología digital que permite eludir las áreas dañadas del sistema auditivo natural y enviar sonido directamente a la cóclea.
“La Dra. Ontivero me recomendó este método de última generación porque estaba completamente convencida de que me iba a servir, que iba a solucionar mis problemas. ¡Y así fue!”, sostiene Cayuela todavía conmovido.
Pequeño, liviano y ultra resistente, marca un antes y un después en el área de la salud auditiva, y esta es una de las características que también destaca el flamante usuario: “es ideal para personas que no quieren tener aparatos notorios o cables detrás de sus orejas, lo que me desagradaba y me llevó a no usar audífonos. Pero me encontré con un sistema distinto”.
Feliz con los cambios que va descubriendo en el día a día, Walter siente que volvió a ser el de antes y no duda en recomendarlo. “Si alguien me consulta por este sistema le explicaría los beneficios que generó en mi vida. El Sistema Osia me ha devuelto la capacidad auditiva. Es fantástico”.