Implantada de oído derecho hace apenas un año, Catalina Tassi está feliz con su nueva vida, sigue rehabilitando y disfrutando de sus avances.
El aislamiento social preventivo que vivimos durante 2020 para controlar el covid no fue el mejor escenario, en materia personal, para Catalina. Si algo necesitan los usuarios de implante coclear, sobre todo durante los primeros tiempos, es el contacto con otras personas, poder conversar en situaciones diferentes, probar su oído biónico en la vida cotidiana.
Sin embargo, esto no fue un impedimento para que Tassi, casada y mamá de tres hijos, bajara los brazos.
¿Cómo empezó todo? Durante el embarazo de su tercera hija, hace 5 años, se dio cuenta que no escuchaba bien de su oído derecho. “Creí que tendría un tapón de cera, pero como estaba con el embarazo nunca me hice ver. Después de que naciera, comencé a ir a una médica que me hizo muchísimas audiometrías y estudios durante varios meses, hasta que detectó una otosclerosis. Me recomendó operarme por mi edad, que era algo muy simple”, cuenta.
A solo un año de la cirugía que llevó adelante el Dr. Daniel Orfila, Catalina relata que el primer cambio fundamental fue que, ni bien comenzó a usar el dispositvo, el zumbido -otra de las molestias que sufría- desapareció, fue como si lo “absorbiera”, describe. “Costó mucho, en las primeras sesiones de fonoaudióloga no entendía nada. Pero con las calibraciones y de la mano de mi fono pude incorporar este nuevo oído”.
Siempre apoyada por su familia y sus amigos, ama andar en bicicleta, hacer crossfit y le apasiona su trabajo: da cursos de serigrafía textil y realiza estampas para varias marcas de decoracion. Hoy, mientra sigue rehabilitando, siente que está en un 80 por ciento. “Justo me tocó este año de cuarentena, así que lo social mucho no lo puede probar. Pero lo que más placer me da es darme cuenta que alguien me habla del lado derecho y poder contestarle. Todavía no logro entender todo, sigo ejercitando”, agrega.
Totalmente convencida del camino que eligió, Catalina define como 100 por ciento efectiva la decisión de operarse. “Tanto la cirugía como el postoperatorio no son complicados. Hay que tener paciencia, perseverancia y practicar mucho los ejercicios. Además, mi tema fue siempre el miedo a perder la audición del otro oído, esto me deja más tranquila”, resume, feliz, mientras incorpora cada nuevo sonido.